Pathology: Juramento de Hipocritas

Siempre me han dado un poco de miedo los médicos y los hospitales. Los médicos son gente que tiene en sus manos la vida de los demás. Pero al fin y al cabo los médicos son como cualquier otro. Todos nos equivocamos y cometemos errores. En el caso de los médicos estos errores pueden suponer la muerte de alguien, pero es su trabajo al fin y al cabo. Pero ¿que pasa si un medico fuera corrupto? Existen policías corruptos, funcionarios corruptos y cualquier puesto de trabajo que sea susceptible de acarrear cierto poder o responsabilidad. Asumimos que los médicos son gente honorable que acata juramentos nobles para ayudar a los demás sin dudar. Pero... y si no fuera así. Esa es precisamente la premisa de “Pathology”.
La sola idea de que haya médicos corruptos que se dedican a asesinar para picarse los unos entre los otros a ver si son capaces de averiguar como lo han hecho ya me pone los pelos de punta. También lo hacen varias escenas de “Pathology” que no tiene ningún reparo en mostrar secuencias de autopsias con todo lujo de detalles (Seguro que hace las delicias de Nacho Cerda) haciendo especial hincapié en higadillos y demás casqueria. Tampoco tiene reparos en mostrar como estos tipejos se ponen de todo hasta las cejas o se ponen calientes cuando los demás se “enfrían”. Y no es de sorprender porque el guion lo forma una pareja de cuidado: Mark Neveldine y Brian Taylor. Si las dos mentes trastornadas que hay detrás de esa genialidad que es “Crank”. Esta vez solo figuran como guionistas pero su impronta se deja ver en toda la película.

“Pathology” es un thriller con algun momento de película de terror y con mucho humor negro que la eleva muy por encima de la media. El director, el debutante Marc Schoelermann, sabe llevar con buen ritmo la cinta y el reparto, aunque televisivo, esta bastante a la altura. Le perdonaremos la tendencia al exceso que tiene toda le película por no dejarnos ni un minuto de estar pendientes.