Mapa de Sonidos de Tokyo: Wong Kar Coixet

Una pescadera que alterna su tiempo libre entre el mercado y dedicarse a ser asesina a sueldo, un tipo que se dedica a grabar los sonidos de la ciudad para la tele y el cine, un español que regenta una tienda de vinos en Tokio, un empresario destrozado por la muerte de su hija… ¿A que parecen personajes sacados de una peli de Wong Kar Wai (concretamente me recuerda todo demasiado a “Fallen Angels”)? Pues es la ultima cinta de Isabel Coixet, rodada en Tokio y con Sergi López y Rinko Kikuchi de protagonistas, y un intento desesperado por hacer una película parecida a las joyas que nos regala el director chino. Pero donde en las del asiático hay belleza y lirismo en la de la catalana solo hay mimetismo y rutina. Coixet tambien utiliza una voz en off nostalgica, nos habla de la fugacidad del tiempo y de las relaciones personales (en forma de encontronazos), incluso utiliza varios elementos en primer plano (cortinas, barras…)que no nos permiten enfocar a los protagonistas en el fondo, la música utilizada, la puesta en escena; todo nos remite a Wong Kar Wai excepto en el uso de la poca trama de genero que hay en la peli. Parece que la Coixet se avergüence de que su protagonista sea una asesina y recurre a la puesta de escena más aparatosa posible para evitar mostrarlo. Algo que nunca asusto a WKW.
Aún así no es esto lo que más me irrita de la película sino su pretenciosidad y su poco éxito para conseguir contar una historia que emocione. Isabel Coixet se pierde embelesada en las calles de Tokio y de sus sonidos y se olvida de que tiene que contarnos algo que nos emocione si puede ser y sino por lo menos que nos mantenga entretenidos. Ni una ni otra, la película me abarrió hasta casi quedarme dormido. Si me pongo a comparar “Mapa de sonidos de Tokyo” esta en espectro opuesto a la película que vi ayer “Pagafantas ” (sin pretensiones, divertida y con una historia real que puede entender cualquiera) y no puedo más que preguntarme ¿A quien va dirigida la peli de Coixet?. No lo se, a un servidor no desde luego.
¿Hay algo bueno? Si algo hay, Lopez y Kikuchi cumplen en sus papeles y son capaces de calentarnos en sus escenas de sexo, muy eroticas (cosa que ha conseguido la Coixet y que es más difícil de lo que parece), los malentendidos culturales y los detalles como ese hotel que es como un cajero automatico con habitación temática a la carta. Todo dicho sea de paso muy a lo “2046”.