martes, febrero 16, 2010

Shutter Island: Scorsese se desinfla


Que Martin Scorsese rueda como Dios es innegable. Otra cosa ya es la calidad de las pelis que hace de un tiempo a esta parte. Es algo así como cuando se decia aquello de "Eric Clapton es Dios". Efectivamente Clapton sigue tocando la guitarra como nadie, pero dista mucho de ser dios. El caso de Scorsese es el mismo.
No he leido nada de Dennis Lehane pero lo que se ha llevado a la pantalla suyo me ha parecido excelente "Mystic River" y "Adios pequeña, adios". Es mezcla de negro y drama desgarrador funciona en pantalla de forma efectiva. Parece que con "Shutter Island" los tiros van por otro lado (nunca mejor dicho). Porque aqui nos enfrentamos a eso que a los distribuidores les encanta llamar "thriller psicologico". Aunque Scorsese no renuncia a homenajear en la cinta a clásicos del cine negro de los 40, ni a Orson Welles (esos detectives con sombrero de los que apeneas vemos la silueta ensombrecida) o a Jules Dassin (esa presentación de la carcel... digo... sanatorio parece directamente salida de "Fuerza Bruta"). Es en estos momentos de película donde Scorsese extrae oro de la novela de Lehane. La presentación de los personajes, el ambiente opresor y oscuro de la prisión, ese clima de tormenta donde todo parece que esta a punto de estallar, todos esos elementos que nos dicen que estamos ante una película policíaca muy siniestra. Una que nos va a gustar. Con un Leonardo DiCaprio crecidito que ya no le vienen grandes los papeles, un correcto Mark Ruffalo y una maravillosa galeria de posibles villanos Ben Kingsley, Max von Sydow, John Carroll Lynch (Zodiac), Ted Levine (el otro psico de "El silencio de los corderos") o Jackie Earle Haley (proximamente Freddy Kruger). No puedo dejar de comentar la secuencia del fusilamiento rodada con un travelling que es para quitarse el sombrero, levantarse y aplaudir. Todas las cartas repartidas para que la partida sea estupenda. Como dice un amiguete, "en estos primeros 50 minutos hay más cine que en todo lo que vamos a ver el resto del año". Es cierto. Lo malo es que aún queda una hora y 40 minutos de película y lo que queda no es tan bueno.
No voy a entrar en lo predecible del argumento. Cualquier espectador un poco espabilado sabe como va a acabar aquello desde el minuto uno. Eso no importa si esta bien contado y te entretiene el viaje. Pero lo que le pasa a Scorsese es que solo le interesa el mero ejercicio de estilo y no tanto tenernos pegados a la butaca como si conseguia con "Infiltrados" sin ir más lejos. A medida que avanza el metraje y vamos cambiando de genero, lo que empieza como suspense, se convierte por momentos en película de terror para ir a desembocar lenta pero inexorablemente en... no, no os la voy a fastidiar. Pero desde luego lo que empieza de forma prometedora se va desinflando poco a poco, hasta quedarse reducido a muy poco. A parte del hecho de que le sobran al menos 20 minutos de metraje. ¿Merece la pena? Si, porque la dirige Scorsese, con lo que ello conlleva, planificación maravillosa, ritmo y montaje brutales, grandes actores y buenas interpretaciones y mucho, pero que mucho oficio. No olvidemos que estamos hablando de un semi-dios... Si la hubiera dirigido Jon Avnet por ejemplo, probablemente ni estariamos hablando de ella.


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