jueves, agosto 10, 2006

La joven del Agua: Una perla en la piscina

Creo que si empiezo diciendo que M. Night Shyamalan no me gusta nada, pero nada de nada, lo que os cuente a continuación os va a llenar de interés de cara al próximo estreno, la última semana del mes de agosto, de su última película. Porque, en efecto, no sólo la cinta protagonizada por Paul Giamatti y Bryce Dallas Howard me parece una gran película, sino que la considero una de las películas del año y por supuesto, la mejor de su carrera.
No llega con buenas críticas, no está gustando mucho en los países en los que se está estrenando antes que el nuestro, y una vez vista entiendo por qué. Como espectadora antepongo, por ejemplo, un título del actual gobernador de California a uno de Shyamalan. Creo que el universo de quien un día asombrara a casi todos con “El sexto sentido”, película efectista donde las haya, es más bien limitado, porque un autor no puede basar su carrera en el suspense que un día reinventó para alargar el pan del día anterior y darnos argumentos que disfraza como tales aunque no siempre sigan la línea del género. “El protegido”, “Señales”, “El bosque”, sus siguientes trabajos, fueron infundiendo en el aficionado la idea de que Shyamalan iba dejando de ser quien prometía. Aunque yo no viera en ninguna tal promesa.
Pero ahora nos llega “La joven del agua”, que más de uno ha calificado como la peor de cuantas películas ha escrito y dirigido. Tal vez porque esperaban al Shyamalan de siempre, ese que en los diez minutos finales le da un giro a la historia que hace a muchos calificarlo de genio y a otros, muy pocos, preguntarse por qué entraron en la sala cuando había una de Schwarzenegger en la de al lado. Pero yo en esta ocasión prescindo de las películas de Arnie y me rindo a la magia de un bloque de apartamentos en los que una joven emerge una noche de la piscina comunitaria. ¿Quién es? ¿Por qué sale de la piscina? No vamos a tardar toda la película en saberlo y la ausencia de dobleces de ahí en adelante habrá provocado el rechazo de quién sí los espera. Por una vez vamos a ir descubriendo desde el principio qué misterio rodea a esta joven. Y a lo largo de la cinta, si nos dejamos llevar por este otro Shyamalan, nos vamos a ir quedando con la boca abierta porque el ovillo que desenredamos contiene una magia que el director hace real y creíble de una forma más que inteligente.
¿No habéis entendido nada? Pues mucho mejor. Porque no es bueno contar lo que las luces del proyector nos van a desvelar. Porque cuanto menos se sepa del argumento mejor para el espectador. Sólo ha de saberse es ésta una joya cinematográfica, una perla si hablamos en términos de agua. Y que si no se observó entonces que la protagonista de “El bosque”, Bryce Dallas Howard, era una actriz maravillosa, en esta ocasión Shyamalan nos hace colocarla entre las grandes del cine actual. Lo único que me queda decir de esta película es algo que estuve pensando casi todo el tiempo que la sala permaneció apagada, y es que a mí me hubiera gustado escribirla.

Silvia García Jerez

1 Comments:

Blogger Rosenrod said...

Viniendo de otro lado totalmente distinto (a mí sí me gusta Shyamalan, me hipnotiza su talento visual), sí que coincido en la opinión final: "La joven del agua" es una maravilla, lastrada por algunos detalles como el excesivo protagonismo del director (que no sabe actuar, a ver si se da cuenta de una vez)

Para mí, sin embargo, no ha sido una decepción; al contrario: es Shyamalan en estado puro, sin obsesionarse por las trampas ni tener que responder a lo que se espera de él. Liberado, es simplemente genial...

Un saludo!

1:05 p. m., octubre 14, 2006  

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