La noche que NO conoci a Silvia Saint
Silvia Saint a la que recordareis por títulos como “Sgt. Pepers Lonely Heart Club Gang Bang” o “Silvia Saint se va de marcha”. Silvia Saint la más reluciente estrella del porno, hoy por hoy, y un servidor que tiene la oportunidad de conocerla y entrevistarla. Intento tirar de mis contactos y mover los hilos adecuados para conseguir esa entrevista. La cosa es bastante complicada pero al final consigo el deseado “tendrás 10 minutos con ella” (¿no me digáis que no suena bien?) y consigo embarcar a un compañero de http://www.doctorinfierno.com/ en la aventura de grabar la presentación de un libro de Private sobre Silvia. Y la experiencia de pasar “10 minutos con ella”.
Pero los hados iban a jugar en nuestra contra. Se nos convoco en un local de moda de la noche madrileña. Uno de esos en los que ha un servidor echarían a patadas sino estuviera acreditado como prensa. La hora de la cita eran las once y que sorpresa la nuestra cuando descubrimos que el local aún estaba cerrado. No importa los dos aguerridos reporteros esperarían en la calle hasta la hora de apertura, una hora después. Esta vez si, en la cola, allá vamos. Pasamos al primer portero del local, un gorila que parece salido de un comic de “Sin city”, sin exagerar, tan solo para comprobar en el segundo control que nuestro nombre no esta en la lista. Tras unos momentos de angustia conseguimos pasar y que se nos de la pulsera que nos da acceso a la fiesta privada de Silvia. Nerviosos como crios aguardamos la llegada de la rubia. Se hace esperar, su público la aclama. Comienzan a llagar personalidades y famosos que me sopla mi compañero que yo no conozco, como no son directores, ni actores de serie B… Concertamos la entrevista con prensa en un lugar sin determinar todavia. Y finalmente aparece ella, esta deslumbrante, igual que en sus películas y resulta que no es solo un .jpg o un .avi, es real, de carne y hueso. Acaba la ronda de fotos y ella se acerca a mi para pasar. Y eso es lo más cerca que voy a estar de ella.
Porque acto seguido pasa a la parte del club donde es la fiesta privada. Y allí vamos nosotros con nuestra cámara dispuestos a hacer que Silvia se trague nuestro micrófono (tenia que hacer la broma) hasta que llegamos al tercer control y tercer gorila. Enseñamos sonrientes nuestras pulseras. “La cámara no entra”. ¿Sabéis lo difícil que es intentar explicar a un portero de discoteca que es muy difícil hacer una entrevista sin cámara de video?. Dio igual. Un servidor entro a aquella fiesta e intento llegar hasta Silvia y su representante de prensa para que dejara pasar la cámara. Fue imposible un cuarto orangután la guardaba de fans, curiosos y borrachos. Aún así conseguí pasar el ultimo control y llegar hasta ella, sin cámara, claro. Ya eran altas horas de la noche y tantas horas de espera pesaban en el cuerpo. Mire a Silvia una vez más y me aleje de alli hacia la salida mientras la fiesta continuaba. Nuestro amor es imposible, Silvia. Mejor otro día que no tenga que trabajar a la mañana siguiente, si eso.
Pero los hados iban a jugar en nuestra contra. Se nos convoco en un local de moda de la noche madrileña. Uno de esos en los que ha un servidor echarían a patadas sino estuviera acreditado como prensa. La hora de la cita eran las once y que sorpresa la nuestra cuando descubrimos que el local aún estaba cerrado. No importa los dos aguerridos reporteros esperarían en la calle hasta la hora de apertura, una hora después. Esta vez si, en la cola, allá vamos. Pasamos al primer portero del local, un gorila que parece salido de un comic de “Sin city”, sin exagerar, tan solo para comprobar en el segundo control que nuestro nombre no esta en la lista. Tras unos momentos de angustia conseguimos pasar y que se nos de la pulsera que nos da acceso a la fiesta privada de Silvia. Nerviosos como crios aguardamos la llegada de la rubia. Se hace esperar, su público la aclama. Comienzan a llagar personalidades y famosos que me sopla mi compañero que yo no conozco, como no son directores, ni actores de serie B… Concertamos la entrevista con prensa en un lugar sin determinar todavia. Y finalmente aparece ella, esta deslumbrante, igual que en sus películas y resulta que no es solo un .jpg o un .avi, es real, de carne y hueso. Acaba la ronda de fotos y ella se acerca a mi para pasar. Y eso es lo más cerca que voy a estar de ella.
Porque acto seguido pasa a la parte del club donde es la fiesta privada. Y allí vamos nosotros con nuestra cámara dispuestos a hacer que Silvia se trague nuestro micrófono (tenia que hacer la broma) hasta que llegamos al tercer control y tercer gorila. Enseñamos sonrientes nuestras pulseras. “La cámara no entra”. ¿Sabéis lo difícil que es intentar explicar a un portero de discoteca que es muy difícil hacer una entrevista sin cámara de video?. Dio igual. Un servidor entro a aquella fiesta e intento llegar hasta Silvia y su representante de prensa para que dejara pasar la cámara. Fue imposible un cuarto orangután la guardaba de fans, curiosos y borrachos. Aún así conseguí pasar el ultimo control y llegar hasta ella, sin cámara, claro. Ya eran altas horas de la noche y tantas horas de espera pesaban en el cuerpo. Mire a Silvia una vez más y me aleje de alli hacia la salida mientras la fiesta continuaba. Nuestro amor es imposible, Silvia. Mejor otro día que no tenga que trabajar a la mañana siguiente, si eso.
Etiquetas: Chorradas
1 Comments:
...y si tu novia la chupara como Sylvia Saint...
Publicar un comentario
<< Home