"Apocalypto": Uno de los nuestros

Mel Gibson es uno de los nuestros. A más de uno le resultara extraña esta afirmación.
¿Cómo podemos considerar cercano a alguien que es un completo hipócrita?. Un tipo que predica la palabra de Cristo y su devoción por la familia en público y que a la mínima oportunidad que tiene se emborracha y se va de fiesta con unas chavalillas que podrían ser sus nietas, arremete contra la policía y contra los judíos. El tipo es un impresentable, en el mejor de los casos, reconozcámoslo. La respuesta es bien sencilla. Todo eso es una postura. Te hemos pillado, Mel. Nos engaño durante una temporada, aunque sabíamos que en el fondo seguía siendo aquel tipo de “Mad MAx”, nos creímos esa pose de tipo responsable, de cineasta serio de “El hombre sin Rostro”. Nos deslumbraron los Oscars de “Braveheart” y muchos pensamos que te la había dirigido otro. Otro que rodaba muy bien las batallas y que tenía cierto gustillo por la sangre. No podías ser tu Mel. Tenía que ser otro. Luego llego “La Pasión de Cristo”, una salvajada gore con la estructura de una película de terror, rodada como Dios por cierto, en arameo y latín. Las dudas sobre quien había dirigido “Braveheart” se despejaron ¿Aún queda algún escéptico que piense que Mel no es de los nuestros?.
Asesinatos, mutilaciones, torturas, violaciones, decapitaciones… de todo eso hay en “Apocalypto”. De todo eso y con abundancia. Eso si, esta rodada en Maya (eres un genio Mel, menuda excusa cultural te has montado para rodar una salvajada al más puro estilo “Holocausto Caníbal”). No penséis que hay ironía en mis palabras. Estoy contigo, Mel. Si no te entienden que les den. Has hecho la película que querías. Y la has hecho rematadamente bien.
Te acusan de brutalidad en tu película. Y lo es. Te acusan de reflejar la civilización Maya, de manera cruel. Y lo eran. Y los blanquitos europeos que llegaban a aquellas tierras, también. Digamos que el mundo era (y sigue siendo) brutal. ¿Qué tiene de malo, Mel, que te guste recrearte en las heridas abiertas y sangrantes?. Nada, porque la película sigue siendo entretenidísima. Incluso te permites introducir elementos fantásticos en la película (esos sueños que pondrían los pelos de punta a cualquier realizador de cine de terror nipón, o esa niña enferma que parece un demonio más que un angel) y todo sin que nada chirrié. Involucrándonos con los personajes emocionalmente, sirviendo un espectáculo alucinante a nuestros sentidos y haciendo que nos lo pasemos estupendamente en nuestra butaca.
Habrá quien te critique, un servidor ya no. Olvidaros de los subtítulos y de “La Pasión”, olvidaros de los que os hayan advertido por su violencia. “Apocalypto” es una película de aventuras, más deudora de “Conan el Bárbaro” que de “La Isla del tesoro”, eso si. Que diablos si prácticamente es una versión maya de “El Malvado Zaroff”, una estupenda versión por cierto.
Lo dicho, Mel, sigue haciendo este tipo de pelís, pasa de Hollywood y academias y cierra un poco más la boca que a veces te pierde.