lunes, enero 08, 2007

El Truco Final (El Prestigio): Magia Oscura

Con éste título tan poco llamativo nos llega a España la primera cinta de género del año, con permiso de la incomprensible “Lemming”, un incompresible film de suspense, apariciones y posesiones dirigido por Dominik Moll, que fue responsable de la gran “Harry, un amigo que os quiere” pero que aquí no acierta ni siquiera al contar con la magnífica Charlotte Rampling en el reparto, debido a lo poco que la enorme dama aparece en la cinta. No sale mucho mejor parado el que vuelve a interpretar Christian Bale a las órdenes de Christopher Nolan, con el que ya trabajó en esa joya que era “Batman Begins”, y es que “The prestige”, su nueva colaboración, de prestigio tiene más bien poco. La historia de la rivalidad de dos magos en el siglo XIX, cuando la magia era el espectáculo más importante al que se podía acudir, recordará a un largometraje visto recientemente y que, aquel sí, merecía todo el prestigio que parece que está logrando desde su estreno. “El Ilusionista” frente a “El truco final: el prestigio”. La competición está servida y para quien esto firma la ganadora es sin duda la que protagonizaba Edward Norton. Ésta que ahora nos ocupa es una producción más grande, y también es consciente de ello, cosa que no le favorece nada. No hace falta demostrar que tienes dinero sino saber invertirlo, y ahí falla la cinta de Nolan porque su guión tiene agujeros, momentos incomprensibles, saltos temporales que no encajan y respuestas perdidas en el supuesto de que el espectador sabrá rellenar los huecos que no completan texto e imágenes. No todo es malo en la cinta. Al menos no es aburrida, y encuentro sobresaliente la interpretación de Christian Bale, actor que no me entusiasmaba pero que de un tiempo a esta parte me suele convencer en cada uno de sus trabajos, sobre todo desde “El maquinista” Bale sale poco en la cinta, es casi tan secundario como Michael Caine, pero convierte la pantalla en su habitat natural cada vez que aparece en ella. El tercero del cartel, pero el primero en lo que a protagonismo se refiere es Hugh Jackman, un hombre muy atractivo y no muy mal actor que no seduce en su papel de mago mediocre y vengativo – y no os cuento por qué es esto último-. Yo, de haber participado en el proceso de creación de la película le hubiera dado a Nolan un consejo para que la cinta funcionara mejor: no reveles muchos trucos, que es precisamente lo que sugiere el personaje de Michael Caine un par de veces. Es lo que ocurre en “El ilusionista” y es una de las razones por las que es magnífica. Otra es que pese a lo complicado de la trama todo estaba claro, pero Nolan actúa al revés, y teniendo como tiene un argumento sencillo no lo cuenta de manera asequible y todos sabemos que los magos, para que sean buenos, han de deslumbrar con la limpieza de la sencillez. La oscuridad quien la pedía era Batman.
Silvia García Jerez
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