Cherry, Harry y Raquel: Megavixens
Soldado en el desembarco de Normandia, Fotografo en playboy, director de culto de películas picantes… aunque lo parezca no es la letra de una canción de Joaquin Sabina sino la vida de Russ Meyer. Cuando hablamos de Russ Meyer es difícil saber donde termina la realidad y empieza la ficción. Fue un personaje tan Bigger than life como los que salían en sus películas. Si tenemos que creer sus palabras descubriremos que perdió su virginidad en un prostíbulo en Europa durante la segunda Guerra Mundial, invitado por un amigo suyo, un tal Ernest Hemingway. Lo que si es cierto es que fotografio para revistas como Playboy a mujeres de la talla de la fabulosa Jayne Mansfield, Anita Ekberg o Mamie Van Doren. Cierto es que inspiro el argumento de “Doce del patíbulo” a su guionista, al hablarle de unos condenados a muerte en una prision britanica que habian aceptado una misión suicida. Cierto es también que empezó a rodar una película con los Sex Pistols y acabo largandose del proyecto debido a las intromisiones del manager de estos, Malcolm McLaren, y cansado de los excesos de Sid Vicious y compañía. Se caso con tres supermujeres (algunas salieron en sus pelis como Edy Williams) y tuvo líos con algunas de sus actrices como la espectacular Kitten Natividad.
Director completamente de culto, gozo de muchísima popularidad en la década de los 70 en USA y Europa, en España no pudimos ver sus filmes hasta que esas hermosas carátulas con mujeres de senos descomunales tomaron las estanterías de los videoclubs a mediados de los 80. Por aquella época un servidor era un niño y sus pelis eran lo más cerca de la pornografía que se podía estar. Aunque no nos equivoquemos, lo que hacía Russ Meyer distaba mucho de serlo. Tmpoco es que fueran arte, solo eran diversión. Me siento un poco entupido teniendo que defenderlo como gran autor en el 2007, pero ahí tabúes como el sexo que son difíciles de derribar... seguir leyendo.
Director completamente de culto, gozo de muchísima popularidad en la década de los 70 en USA y Europa, en España no pudimos ver sus filmes hasta que esas hermosas carátulas con mujeres de senos descomunales tomaron las estanterías de los videoclubs a mediados de los 80. Por aquella época un servidor era un niño y sus pelis eran lo más cerca de la pornografía que se podía estar. Aunque no nos equivoquemos, lo que hacía Russ Meyer distaba mucho de serlo. Tmpoco es que fueran arte, solo eran diversión. Me siento un poco entupido teniendo que defenderlo como gran autor en el 2007, pero ahí tabúes como el sexo que son difíciles de derribar... seguir leyendo.
Etiquetas: Russ Meyer
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