My Blueberry Nights: Como tarta de arandanos

Un camarero que recuerda a sus clientes por lo que piden no por sus nombres, una chica que decide dejarlo todo e irse lejos después de que se novio la deje, un policía que no puede dejar atrás su pasado, una jugadora con un padre enfermo al que no dirige la palabra… esta claro estamos ante una película de Kar Wai Wong. La diferencia con las anteriores es que “My Blueberry Nights” es la primera rodada íntegramente en ingles por el director chino y con un reparto de estrellas de Hollywood.
Para que aquellos que venimos siguiendo a Wong Kar desde hace años la primera duda que se nos plantea es será traducible el universo de sonidos y colores del director afincado en Hong Kong (lo cual no le ha quitado de rodar en Argentina, Filipinas, Camboya…). Más de uno desconfiaba en que esto fuera posible. A un servidor por el contrario le preocupaba más la autocomplaciencia en la que había caído el director de las gafas de sol permanentes con la antrior“2046”. Aquella especie de secuela de ciencia ficción de “In the mood for love” en la que no hacía más que mirarse el ombligo y decirse así mismo “soy un genio, soy un genio, soy un genio”. Wong Kar habia perdido la espontaneidad y lo que es peor se le ha copiado hasta el cansancio (Isabel Coixet, Sofia Coppola, ejem, ejem). ¿Le queda por ofrecer algo nuevo al bueno de WKW?
Viendo “My Blueberry Nights “ uno se da cuenta de dos cosas:
1 Wong Kar tiene el talento suficiente para hacer lo que le de la gana en cualquier parte sin despeinarse.
2 Los hermanos Weinsteins, antiguos paladines del cine independiente, son hoy por hoy los peores productores que existen. Más amoldados al sistema de Hollywood que las propias mayors clásicas.

Efectivamente la primera aventura yanki de Wong Kar no la producen Harvey y Bob Weinstein pero la distribuyeron en USA y aportaron gran parte del capital lo que se ha visto traducido en: Continuos retrasos en el estreno de la película, maltrato de esta a la hora de estrenarla y por supuesto múltiples cortes en el montaje. “My Blueberry Nights “ dura los 90 minutos de rigor y se nota que se le ha obligado al director a que así sea, quedándose historias en el suelo de la sala de montaje y precipitando en algunos momentos lo que sucede en la pantalla. Para los no iniciados quizás han conseguido la película perfecta para adentrarse en el universo WKW. Porque en esta cinta esta todo: esa búsqueda de un amor perdido y el rechazo a asumirlo, esa mezcla de comedia y drama, esa música estupenda (que luego utilizan hasta en los anuncios de la tele), esas estructuras a duras penas lineales que hacen que la trama sea algo vivo y esos actorazos que parecen nacidos para sus personajes.. Aquí no están Maggie Cheung, ni Tony Leung Chiu Wai, ni Chen Chang pero a cambio tenemos a unas encantadoras Norah Jones (que no lo hace nada mal en su debut como actriz) y Natalie Portman, o a una arrolladora Rachel Weisz. Y en la parte masculina un estupendo Jude Law y uno de esos personajes complejos perfectos para David Strathairn. Con esto no quiero decir, para nada, que sea una gran película. Es una obra menor en su filmografía sin embargo es muy agradable de ver y nos demuestra que es capaz de seguir avanzando hacia delante. Es una de esas películas pequeñas que supone una cura de humildad para su autor y que agradara a sus fans y que quizás sea capaz de captar algunos nuevos.