Un caramelo dificil de tragar

"Hard Candy" o caramelo duro de tragar. Sería una traducción coloquial pero no deja de ser literal también, porque es lo que nos vamos a encontrar si nos acercamos a ese cebo en el que nos espera una niña con una sudadera roja de Caperucita. Una joven de 14 años que parece inofensiva pero que a medida que avanza el oscuro relato vamos a ir descubriendo que la edad no es sinónimo de inmadurez. El hombre adulto con el que queda después de chatear con él tres semanas no puede imaginarse que lo mejor para él hubiera sido no intentar conocer a esta joven en persona.

La cinta es de una intensidad perversa. Ganó en el pasado Festival de Sitges. Mejor película, mejor guión y el premio del Público. Y pocos parecen, aunque las normas de los festivales no permitan dar más de dos premios por película. Pero es que Ellen Page está formidable y hubiera merecido el reconocimiento físico de un galardón. Esa chica, a la que veremos también en “X-Men 3”, es todo un descubrimiento. Su fuerza también depende de la creciente debilidad de su compañero de reparto, Patrick Wilson, pero lo cierto es que al salir a quien aplaudimos es a la pequeña Ellen.

Cinta polémica donde las haya, pero no tanto como “El Código Da Vinci”, supone una mirada fresca al mundo de los peligros de la comunicación por Internet. Unos la atacarán, otros a lo mejor se aburrirán, pero a nadie le dejará indiferente. Por ejemplo, quien esto escribe piensa que la película es una de la mejores del año. Te atrapa. Cuando parece que va a aflojar no lo hace y siempre te mantiene en vilo. Pocas películas te dejan con ganas de volver a verla inmediatamente, y esta es una de ellas. Eso sí, atención, chicos: a muchos de vosotros os costará un poco más verla. Pero no os alarméis, sólo es una película. Muy bien hecha, pero una película al fin y al cabo.

Silvia García Jerez