El Rey de la Montaña: Un thriller consistente

Al decir que “Rey de la montaña, El” es un thriller consistente puede parecer que este hablando más de un plato de cocina que de una película. Puede que parezca que no es un gran merito dar “consistencia” a un thriller pero si nos detenemos a pensarlo no es nada fácil. Y mucho menos en este pais. El thriller (bien hecho) es un género que se ha cultivado poco por estas tierras. No solemos hacer películas que te tengan en tensión desde el principio hasta el final y que encima sean coherentes. Esta lo es.
Recuerdo haber visto la primera película de Gonzalo López-Gallego, aquella Nómadas, y haber pensado que buen director de genero sería este tio si hiciera una historia simple y sin pretensiones. “Nómadas” era una primera película experimental, que sorprendía por lo arriesgado de su apuesta y dejaba entre ver las posibilidades de su director. Visualmente estaba muy por encima de la media y recordaba a gente como Lynch (muy mucho) pero le faltaba esa coherencia, esas consistencia que tienen las películas más comerciales. No era para el gran publico ni mucho menos.
Esta vez para “El Rey de la montaña” ha contado con una premisa muy sencilla y eficaz y el resultado es notable. Un hombre y una jovencilla se encuentran hostigados por uno (o varios) francotiradores en una carretera de montaña y se verán obligados a luchar por su supervivencia al más puro estilo "Deliverance(Defensa)" . Por supuesto hay un giro que no voy a desvelar y que haría a la película mucho más original (comienzo spoilers) sino fuera porque hace un par de años se estreno la estupenda “Ils (ellos)” y que contenía el mismo giro (fin de spoilers) . Lo cual no le quita merito a la película.
Desde luego “El Rey de la montaña” no funcionaría tan bien sino fuera por la labor de su principal protagonista, el genial Leonardo Sbaraglia que lleva en sus hombros casi todo el peso de la película. Le ayuda a compartir la carga (aunque poco) María Valverde. Llegamos a saber poco de estos dos personajes. Lo justo para que tengan la carne suficiente como para que nos preocupemos por ellos. El resto es labor de dirección. Gonzalo López-Gallego consigue algo a lo que no estamos acostumbrados; entretenernos con una puesta en escena sencilla y eficaz. Quizas me sobran un poco esos planos en plan “Medal of honor” en el que solo vemos el cañon del arma y la mirilla y el característico ruido de videojuego al cargar el arma. Claro que tienen una intención muy clara pero quizás son demasiado obvios. Por lo demás cinta muy recomendable.