El Tren de las 3:10: Al viejo estilo

Ya no se hacen muchas películas de vaqueros. Eastwood de vez en cuando se desmarca con alguna pequeña obra maestra del genero, tambien hay algún intento por recuperar el viejo espíritu del oeste o variaciones sobre el tema con mujeres, afro americanos, asiáticos… poco más. Así que ponerse a adaptar una historia corta de Elmore Leonard (le recordaran por otras adaptaciones como “Jackie Brown” o “Get Shorty”) es cuanto menos una decisión arriesgada. Más si tenemos en cuenta que la historia que planteaba Leonard es una de esas a la vieja usanza con heroe noble y con principios, alguien que podría haber interpretado John Wayne, y que además ya se adapto en su momento “3:10 to Yuma” (1957). Lo que no me sorprende, eso si, es que haya sido James Mangold el encargado de llevarla a cargo. Este tío lo mismo le da un biopic sobre Johny Cash, una comedia romántica que un drama criminal o un thriller psicológico. Eso si no siempre le sale bien la cosa, claro. En este caso ha hincado el diente al western. Un género que lleva moribundo desde que un italiano, un tal Sergio Leone, le metió varias balas en el cuerpo al ritmo de la música de Ennio Morricone. Eso no le ha impedido a Mangold rodar una película que bebe del espíritu estético de los spaghetti westerns y del espíritu moral de gente como John Ford o Howard Hawks. Algo que ya no se suele ver mucho. Y lo mejor de todo es que lo hace bien.

Tampoco se da mucho ya, que el cine refleje a verdaderos hombres buenos y rectos (sin que sean un ridículo cliché) , no porque estos sean unon necios sino porque tienen que serlo (buenos y rectos, claro). El deber por el deber que decía Kant. Y el personaje de Christian Bale lo és. No voy a destriparos sus razones, pero es un hombre con una obligación moral que se debe enfrentar a un criminal, a la bestia parda que interpreta Russell Crowe concretamente. Pese a todas las circunstancias en contra que el personaje de Bale tiene, los enemigos de Crowe, son los que le hacen la vida imposible a él. Y aún así esta dispuesto a ayudarlos. Porque es lo correcto. Una película que habla sobre las obligaciones morales, sobre la familia, sobre el bien y el mal, sin caer en maniqueísmos, ni simplezas y sin perder en ningún momento el sentido del espectáculo.