Celda 211: Lo que pasa en la carcel, se queda en la carcel
La cuarta película de Daniel Monzón, "Celda 211", es sin duda su trabajo más logrado hasta la fecha. Después de pasar por la fantasía, la comedia de acción y el thriller de Ciencia Ficción, Monzón hunde sus manos hasta lo más sucio y negro del genero carcelario y sale con éxito, aunque no intacto, de la aventura. De la misma el espectador se ve involucrado en este motín penitenciario sin quererlo hasta el cuello. Aseguran Monzón y sus actores que se han entrevistado con varios presos y que han pateado varias cárceles en busca de mayor verismo y sensación de realidad para su película. Y eso se nota. En "Celda 211" respira una autenticidad malsana y un personaje como el interpretado por Luis Tosar, Malamadre que sobre el papel podría no dejar de ser un estupendo villano algo caricaturesco, Tosar lo convierte en un personaje mítico, de esos que se recuerdan y crean escuela. Si esto fuera USA ya tendríamos muñequitos de Malamadre en las tiendas (y del Reluches ya puestos). Tosar lo dota de vida propia y lo hace caminar, moverse, respirar y hablar de una forma tan humana que se acaba cogiendo cariño a este pedazo de hijo de puta. Algo no muy habitual en nuestro cine, por cierto. Donde de vez en cuando podemos toparnos con buenas historias o buenas películas pero rara vez con personajes memorables que trascienden la película.
Pero no es este el único acierto de "Celda 211" ya que son muchos: la dura fotografia, un casting coral muy acertado (incluso la presencia del debutante Alberto Ammann que tiene la difícil tarea de ser el contrapunto de la mala bestia que es Tosar, y que cumple a la perfección ya que podemos ver perfectamente el arco que describe su personaje y que no pienso desvelar aquí, cuanto menos se sepa de la peli, mejor), la dirección de Monzón seca y cruda (esa escena que abre la peli pone los pelos de punta), el tono realista y gris (sin renunciar a cierto humor), el mencionado Luis Tosar pero también un genial e irreconocible Luis Zahera que borda su “Releches” a la perfección convirtiéndose en uno de los secundarios más camaleónicos e imprescindibles del cine español, el trasfondo politico-social que sin dejar de ser critico no empaña el ritmo ni la intriga que imperan en la cinta…
Por desgracia no es perfecta. Por muy poquito no es un peliculón y hubiera sido bien fácil si la acción se hubiera desarrollado plenamente dentro de los muros de la prisión y que lo que pasa fuera (aunque vital para la trama no muy verosímil, hasta ahí puedo leer) hubiera permanecido en off, entonces estaríamos hablando de una GRAN PELÍCULA mucho más áspera y probablemente menos comercial.
No es difícil imaginarse un ramake americano, nada descartable por otro lado, ya que es carne de remake. Veremos si los espectadores le dedican al menos un poco de la atención que se merece, aunque tengan que dejar de lado los Agora y las superproducciones yankis.
Por desgracia no es perfecta. Por muy poquito no es un peliculón y hubiera sido bien fácil si la acción se hubiera desarrollado plenamente dentro de los muros de la prisión y que lo que pasa fuera (aunque vital para la trama no muy verosímil, hasta ahí puedo leer) hubiera permanecido en off, entonces estaríamos hablando de una GRAN PELÍCULA mucho más áspera y probablemente menos comercial.
No es difícil imaginarse un ramake americano, nada descartable por otro lado, ya que es carne de remake. Veremos si los espectadores le dedican al menos un poco de la atención que se merece, aunque tengan que dejar de lado los Agora y las superproducciones yankis.
Etiquetas: Celda 211, Daniel Monzón
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